El arroz es un ingrediente que admite montones de recetas, muchas de ellas exquisitas, pero que tiene bastantes complicaciones, especialmente cuando tienen invitados. El otro día se me ocurrió que por qué no reemplazar el arroz por cuscús en alguna de estas recetas, ya que el cuscús también está hecho con un cereal, pero es bastante más rápido de preparar. Así que aquí está nuestra versión "cuscusera" del arroz negro.
Ingredientes (para 2 personas):
Un vaso de cuscús.
Medio kilo de gambones.
Media cebolla.
Pimiento.
Un tomate.
Dos dientes de ajo.
Dos sobres de tinta.
Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es pelar los gambones y echar las peladuras en una cazuela con agua, que pondremos a hervir para conseguir un rico caldo. Una vez que tengamos el caldo, retiramos un vaso y medio de caldo, que mantenemos caliente y al que añadimos las dos bolsas de tinta.
Por otro lado, trocemos finito la cebolla, el pimiento y los dientes de ajo y los ponemos a freir en una sartén. Rallamos el tomate y lo añadimos cuando la cebolla está transparente. Cuando el tomate ya está frito, añadimos las colas de los gambones troceados y dejamos que se hagan unos minutos. Echamos el cuscús y mezclamos con el resto de los ingredientes. Entonces separamos la sartén del fuego, echamos el caldo con la tinta y lo dejamos reposar cinco minutos.
Este verano hemos introducido este plato con bastante éxito en nuestro repertorio de platos fríos con legumbres.
Ingredientes:
Un bote grande de alubias blancas.
Dos latas de mejillones en escabeche (nosotros preferimos de los pequeños).
Tomate.
Pimiento verde.
Pimiento rojo.
Cebolla.
Sal.
Elaboración:
La elaboración es tan simple que no merece ni ese nombre. Echamos las alubias en una ensaladera. Añadimos el tomate, el pimiento verde, el pimiento rojo y la cebolla cortados en trozos y, por encima, echamos los mejillones con su correspondiente escabeche. Y a comer.
En algo más de un mes desde la última entrada, he acumulado bastantes recetas: espaguetis con langostinos, ensalada de alubias con frutos del mar, humus (esta creía que la había colgado, pero no), coliflor asada con salsa tártara, lentejas a la jardinera... Así que, como diría Jack el Destripador, "vayamos por partes" y empecemos por unos espaguetis con gambones.
Ingredientes (para 2 personas):
Espaguetis.
1/2 kg de gambones.
Dos dientes de ajo (o cuatro dientes de ajo negro).
Una cayena.
Un chorrito de brandy.
Una hoja de laurel.
Perejil picado.
Aceite, sal y pimienta.
Agua.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es pelar los gambones. Echamos las cáscaras y las cabezas en una cazuela, las cubrimos con agua y las ponemos a cocer para hacer un caldo. En ese caldo pondremos a cocer los espaguetis, junto con una hoja de laurel. Añadimos agua, si vemos que no es suficiente con el caldo para cocer los espaguetis.
Por otro lado, cortamos los ajos en láminas. En una sartén con aceite echamos los ajos cortados y la cayena y los freímos con el fuego no muy alto, para que no se nos quemen los ajos. Cortamos las colas de los gambones y las echamos a la sartén. Las pasamos un par de minutos con los ajos y la cayena. Echamos un chorrito de brandy (o de vermut o ron, lo que tengáis a mano) y dejamos que reduzca un minuto a fuego fuerte. Salpimentamos.
Escurrimos los espaguetis y los juntamos con la salsa. Le añadimos tres o cuatro cucharadas de agua de cocción y mezclamos los espaguetis con la salsa a fuego suave. Los servimos y decoramos los platos con perejil picado.
Podemos también hacerlos con ajos negros, que les dan un toque muy curioso. En ese caso, usad cuatro dientes de ajos negros en vez de dos de ajo normal y echad las colas de gambón a la sartén al mismo tiempo que los ajos.
La foto es de el blog De Rechupete, de donde saque la receta original. He decidido dejar de hacer fotos a los platos porque no me termina de gustar cómo me quedan.
Por petición popular... Bueno, más bien porque Marramiau la estuvo buscando, voy a repescar una receta de nuestro antiguo blog, Gatos en Carnaval: las croquetas de legumbres.
Ingredientes:
Un bote de garbanzos o lentejas cocidas (a mí me gustan más con lentejas)
Una cebolla
Un diente de ajo
Una zanahoria
Comino, sal, perejil y pimienta
Pan rallado y huevo
Elaboración:
Picad
bien finito la cebolla y el ajo. Rallad la zanahoria. Cebolla, ajo y
zanahoria se fríen ligeramente (luego habrá que freír las croquetas, así
que no friáis demasiado esta mezcla). Espachurrad las legumbres con un
tenedor o las trituráis bien con una batidora de brazo. Añadid la mezcla
de cebolla, ajo y zanahoria a las legumbres espachurradas y le echáis
comino picado, sal, pimienta y perejil al gusto (sed generosos con el
comino). Mezcladlo todo bien y con la masa resultante dad forma a las
croquetas. Rebozadlas con pan rallado y huevo (a mí como más me gusta
rebozar es como hace mi madre: primero el pan rallado y luego el huevo,
pero es al revés de cómo lo hace la mayoría de la gente). Podéis
servirlas con un poco de mahonesa, de mahonesa con ajo o de salsa de
yogur, que les van muy bien.
Estas
croquetas son una forma diferente de consumir legumbres, puede venir
muy bien en verano cuando los cocidos, potajes, fabadas… parece que
apetecen menos. Los médicos afirman que todos deberíamos comer legumbres
una vez al día, alternando entre sus distintas variedades. Las
lentejas, por ejemplo, son una insustituible fuente de proteínas, fibra,
vitaminas y minerales, entre ellos el selenio, un mineral antioxidante
que protege a las células del organismo humano contra la oxidación
provocada por los radicales libres.
El ambicioso nombre de esta ensalada de lentejas se debe, sobre todo, a la denominación que le daban en la página de la que la saqué (aunque luego yo la he tuneado a nuestro gusto), pero también a que sus ingredientes incluyen legumbres (las lentejas), carne, verdura, fruta, frutos secos, lácteos y aceite de oliva. ¿Alguien da más?
Ingredientes (para 4 personas):
Un bote de lentejas cocidas.
Carne en dados: puede ser pechuga de pollo o de pavo, asada o a la plancha, lomo de cerdo asado... Lo que más os guste o lo que os haya sobrado de otra comida.
Una manzana roja.
Ocho tomates secos.
100 gr de queso.
Cinco o seis pepinillos.
Nueces.
Aceite de oliva, vinagre y salsa de soja.
Elaboración:
La elaboración es más simple que el mecanismo de un chupete. Lo más complicado es lo de los tomates secos. Si los habéis comprado en aceite, no tenéis que hacer nada más. Si los habéis comprado secos, secos, en una bolsita o una caja, tendréis que hidratarlos. Echádlos un par de horas en un cuenco con agua templada.
Para hacer la ensalada, lavamos y escurrimos las lentejas y las echamos en un bol. Añadimos la carne cocinada y cortada en dados, la manzana pelada y cortada en dados, los tomates secos cortados en varios trozos, el queso cortado en dados, los pepinillos cortados y las nueces. Aliñamos con aceite de oliva y una cucharada de vinagre y otra de soja.
300 gr de merluza (puede ser otro pescado blanco, como pescadilla o bacalao)
8 langostinos
Una cebolla
5 cucharadas de tomate triturado
2 cucharadas de harina
80 ml de vino blanco
80 ml de leche
Un diente de ajo
Una zanahoria
Perejil
Laurel
Agua
Aceite de oliva
Elaboración:
Lo primero es poner a cocer un poco el pescado para poder desmigarlo bien. Ponemos una olla con agua y una hoja de laurel. Cuando empiece a cocer echamos el pescado, un poco de perejil, un poco de cebolla, el diente de ajo y la zanahoria. Lo dejamos 5 minutos y lo colamos. Por un lado tendremos el caldo de pescado y las verduras, que usaremos para hacer la salsa y coceremos un poco más, y, por otro, el pescado ligeramente cocido.
Desmigamos el pescado. Pelamos los langostinos y los troceamos. Troceamos la cebolla y la sofreímos. Cuando empiece a estar dorada añadimos el pescado y los langostinos. Cuando empiecen a dorarse los langostinos añadimos la leche y una cucharada de harina y ligamos toda la mezcla.
Para hacer la salsa trituramos las verduras cocidas con 200 ml de caldo. En una sartén con aceite echamos el tomate triturado y dejamos que se haga un poco. Luego echamos el vino blanco y una cucharada de harina y dejamos que hierva un par de minutos. Después añadimos las verduras trituradas con el caldo y revolvemos hasta que tengamos una salsa espesa.
Con la mezcla de pescado y langostinos rellenamos los pimientos. Puede ser útil utilizar un guante de latex para agarrarlos mejor. Juntamos los pimientos rellenos con la salsa y lo dejamos cinco minutos a fuego suave. Echamos por encima un poco de perejil picado y servimos.
Un plato rico, muy aparente y no demasiado complicado:
Pelamos los gambones y separamos las colas de las cabezas y las cáscaras. En un cazo ponemos un chorrito de aceite y añadimos las cabezas y las cáscaras. Cuando empiecen a tomar color, echamos agua y dejamos cocer diez minutos. Lo colamos y ya tenemos el caldo para el risotto. Lo ponemos al punto de sal y lo mantenemos, al menos, templado, no me echéis caldo que acabáis de sacar del frigorífico.
Le quitamos a los espárragos la parte blanca. Troceamos las verduras y las colas de los gambones. En una sarten con aceite sofreímos el ajo, la cebolla y la zanahoria. Cuando empiecen a dorarse añadimos el arroz y lo rehogamos a fuego fuerte. Cuando el arroz comience a estar brillante echamos un poco de caldo y comenzamos a remover. Esta es la gracia del risotto: remover para que el arroz suelte almidón y se ligue. Según el arroz va absorviendo caldo debéis ir añadiéndole más. Cuando el arroz ya ha engordado pero sigue estando duro, añadimos los espárragos. Deberían quedarle unos quince minutos. Cuando el arroz ya esté casi hecho, 4 ó 5 minutos antes de retirarlo del fuego, añadimos las colas de los gambones troceadas. Continuamos removiendo un poco más y ya estaría. Dejadlo reposar un par de minutos y a comer mientras está calentito.
Como el risotto me hace sentir italiano y musical, voy a colgar un vídeo del grupo de una amiga de Dorami, la Beat and Beat Blues Soul Band, a los que estuvimos viendo ayer:
Después de tres años de ausencia volvemos con una receta rápida y muy resultona que vimos en la web del Canal Cocina.
Ingredientes (para 2 personas):
250 gr de pechuga de pavo
Una manzana roja
Una cebolla morada
Un puñado de champiñones
Una cucharada de mostaza
Un yogur griego
Sal, pimienta y aceite de oliva
Preparación:
Cortamos la cebolla en juliana y la ponemos a pochar en una sartén con aceite de oliva. Mientras se hace cortamos la manzana y la pechuga de pavo en dados y los champiñones en láminas. Cuando la cebolla está pochada le añadimos la manzana y cocinamos un par de minutos. Luego añadimos el pavo, salpimentamos y seguimos cocinando todo junto. Cuando el pavo empiece a tomar color añadimos los champiñones. Una vez que el pavo y los champiñones estén hechos añadimos la cucharada de mostaza y removemos. Emplatamos y servimos junto con el yogur griego.
La foto no es muy afortunada, pero es os aseguro que está muy rico.
Hoy vamos a hacer una receta portuguesa
de bacalao para comer. Se dice que los portugueses tienen cientos de
formas de preparar el bacalao y esta es una de la que más nos gusta. Se
atribuye su creación a un comerciante de Oporto del siglo XIX, Gomes de
Sá, que da nombre a la receta. Esta es la versión de mi padre; me la
envió hace unos días en un correo, así que la voy a reproducir aquí para
tenerla más a mano.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
750
g. de bacalao, aceite de oliva virgen, 500 g. de patatas, 3 cebollas,
1 hoja de laurel, 2 huevos cocidos, 1 ramo de perejil, 2 dientes de ajo
y aceitunas negras.
PREPARACIÓN
Se
cuecen las patatas con piel y se salan. Se cuece el bacalao previamente
remojado 24 horas y se deshace desmigándolos. Se ponen en una cazuela
las cebollas cortadas en rodajas, los dientes de ajo también en rodajas y
el laurel en aceite abundante; se lleva al fuego hasta que la cebolla
esté bien dorada, se le añade el bacalao con las patatas cortadas a
trocitos y se deja saltear.
Se retira del fuego y se coloca en una fuente al gratinador del horno
durante 10 minutos (se debe extender de forma que quede una capa delgada
para que todo se tueste por igual).
CONSEJOS
Hay que procurar que las patatas no queden demasiado cocidas al
principio. Se sirve adornado con rodajas de huevo cocido, aceitunas y
perejil picado.
Hoy tenemos una receta de raigambre portuaria, con chopitos o puntillitas o como se llamen esos calamarcitos pequeños en vuestro terruño. También se pueden hacer con chipirones, que son un poco más grandes y más fáciles de limpiar.
Ingredientes:
500 gr de chopitos
Una cebolla
Un diente de ajo
Una cucharada de tomate triturado
Medio vaso de vino blanco
Aceite y sal
Elaboración:
Yo, lo primero que hago, es limpiar los chopitos. Les quito, además de todo cuerpo extraño que pueda ir mezclado con ellos, una fina membrana que les recorre de abajo a arriba el capuchón. No hace falta, ya que es muy finita y apenas se nota al comer, pero yo, para según que cosas, soy un poco maniático.
Cortamos en trocitos la cebolla y el ajo. En una sartén con un poco de aceite los pochamos. Cuando la cebolla esté dorándose añadimos el tomate triturado. Mezclamos bien y lo dejamos un par de minutos más. Luego añadimos los chopitos, el medio vaso de vino blanco y la sal. Dejamos que cueza para que el vino reduzca hasta que no quede líquido y los chopitos queden envueltos en una apetitosa salsilla.
Como veis otra receta muy sencilla y muy rica.
Este domingo es la final del Mundial de Rugby entre Nueva Zelanda y Francia. Los All Blacks son los favoritos pero no sería la primera vez que los franceses desbaratan los pronósticos, como, por ejemplo, en las semifinales de 1999, un partido considerado la mejor remontada de la historia del rugby:
Estoy pensando que la próxima receta será en honor de los nuevos campeones del Mundo, pero no tengo muy claro cual podría ser en ninguno de los dos casos.
De momento, y a la espera de la final del domingo, os dejo con llas mejores jugadas de la final de la liga europea de rugby league, entre los Leeds Rhinos y los St. Helen's Saints. Atención al primer ensayo de los Rhinos, obra de Burrow: espectacular.
Rob Burrow, medio melé de los Rhinos, fue proclamado mejor jugador del partido. Con su 1,65 m de estatura y sus 66 kg de peso es un jugador de rugby poco habitual.
Aquí vamos con la segunda receta del día que, como veréis,
tiene mucho que ver con la anterior. Esta ensalada es una buena forma de comer
legumbres ahora, que todavía hace calorcito.
Ingredientes (para 2 personas):
400 gr de alubias cocidas
Una ensalada de langostinos con vinagreta (como la de la receta anterior)
Elaboración:
En el fondo de un cuenco ponéis las alubias cocidas. Sobre
ellas echáis la ensalada de langostinos con vinagreta, preparada siguiendo la
receta anterior. Mezcláis bien y… ¡tachán! Una ensalada de alubias rica, rica.
Hoy me he levantado italiano y musical, así que decidí preparar un risotto para comer. En mi opinión es más sencillo de hacer que la paella, ya que vas agregando caldo constantemente, según te lo pida el arroz, pero también es más trabajoso.
Ingredientes (para dos personas):
Dos tacitas de arroz
250 gr de setas
250 gr de gambas
Media cebolla
Un diente de ajo
Un trozo de calabacín
Un trozo de queso (el original italiano es con parmesano, pero yo suelo utilizar un queso curado o semicurado que se ralle bien)
Un vaso de vino blanco
Ocho tacitas de caldo o agua
Una cucharada de mantequilla
Sal, pimienta blanca y aceite
Elaboración:
El ingrediente más importante de este plato son las setas, que aportarán al risotto su aroma característico. Por eso no es lo mismo prepararlo con champiñones que con boletus. Podéis prepararlo con setas frescas, congeladas o deshidratada. Lógicamente es mejor prepararlo con setas frescas, pero, quitando las setas de cardo, son más difíciles de encontrar. Encontrar setas deshidratadas es bastante fácil en los supermercados, pero a mí no terminan de convencer. Mis preferidas son las setas congeladas. Durante un tiempo vendieron en el Hipercor unos boletus congelados exquisitos, pero, lamentablemente, ya no los encuentro. Desde entonces estoy probando, a ver si encuentro algunas setas que me convenzan tanto como aquellas.
Para preparar este plato, en primer lugar ponemos el caldo a calentar. No tiene que hervir, solo tenemos que conservarlo caliente para cuando lo vayamos añadiendo al arroz. Cortamos en trocitos pequeños la cebolla, el ajo y el calabacín. En una sartén ponemos a calentar una cucharada de mantequilla. Dejamos que se derrita y, si no cubre bien todo el fondo del recipiente, añadimos un poco de aceite. Rehogamos la cebolla, el ajo y el calabacín. Cuando la cebolla empiece a dorarse, añadimos las setas. Un poco después echamos las gambas. Cuando las setas y las gambas estén hechas añadimos el arroz. Lo mezclamos todo y añadimos el vino blanco y un poco de caldo. Salpimentamos. Y ahora viene la principal diferencia del risotto con los arroces típicos de España: cogemos una cuchara de palo y removemos para que el arroz suelte su almidón y la mezcla se ligue. Seguimos removiendo frecuentemente y, si el arroz se queda sin líquido, añadimos un poco más de caldo. Mientras tanto vamos rallando el queso. Continuamos así hasta que el arroz esté prácticamente hecho, entonces echamos el queso y lo mezclamos bien con el arroz. Apartamos la sartén del fuego, la tapamos y la dejamos reposar cinco minutos. Cuando vayamos a servir, volvemos a mezclar un poco y tendremos un risotto al que no le haría ascos ni el mismísimo Franco Napiato.
El jueves me llevé al trabajo panga con champiñones para comer. La panga es un pescado que ha aparecido recientemente en nuestras pescaderías y se ha convertido rápidamente en muy popular. Es un pescado blanco sin espinas, con una carne similar a la del lenguado pero más sabroso. Se vende en filetes y, normalmente, sin piel. Puede encontrarse tanto fresco como congelado.
Esta receta se puede preparar también con otros pescados blancos como la merluza y la pescadilla.
Ingredientes:
Filetes de panga
Champiñones
Pimiento verde
Pimiento rojo
Cebolla
Guindilla
Vino blanco
Perejil
Harina, aceite y sal
Elaboración:
Se pasan los filetes de panga por harina, se fríen y se reservan. En ese mismo aceite se echa pimiento verde, pimiento rojo, cebolla y un poco de guindilla (yo suelo echar una cayena). Cuando la cebolla empieza a dorarse echamos los champiñones cortados en láminas (los podéis comprar así o cortarlos vosotros). Una vez que los champiñones estén hechos quitamos la sartén del fuego, apartamos la verdura y añadimos el pescado. Cubrimos la panga con la verdura y añadimos un poco de vino blanco y perejil. Dejamos que haga “chup chup” unos minutos y ya está, listo para comer. Facilísimo, como veis.
El lunes volvimos de Asturias, de visitar a la familia de Dorami. Afortunadamente tuvimos un viaje sin percances y sin que nos parase la Guardia Civil. Digo lo de la Guardia Civil porque he visto expedientes sancionadores por transporte ilegal de mercancías con cantidades inferiores a la que nosotros llevábamos en nuestro C3. Además de las docenas de huevos, las patatas, el vino, la media ternera asturiana (convenientemente troceada y retirados los cuernos, las pezuñas y el cencerro, eso sí), pan de hogaza… traíamos también alguna comida que la madre de Dorami nos había preparado “para la cena”. Entre la comida para la cena había una tortilla de patatas del tamaño de una rueda de tractor, con la cual podríamos haber preparado una especie de fiesta de bienvenida e invitado a todos los vecinos. Dado que veníamos cansados del viaje, pasamos de fiesta, así que nos quedó una generosa porción de tortilla en el frigorífico.
La receta que os traigo hoy tiene su origen en aprovechar esos trozos de tortilla de patata que sobran de un día para otro y se quedan un poco secos. Aunque también se puede hacer con una tortilla de patatas reciente porque queda de rechupete. Nosotros la hemos preparado algunas veces para cenas con amigos, ya que, sorprendentemente, es una receta que no conoce demasiada gente y, además, te permite desentenderte de la cocina mientras estás recibiendo invitados y comiendo aperitivos.
Ingredientes:
Una tortilla de patatas (¿alguien no sabe hacer una tortilla de patatas?, pues lo siento porque esa receta tendrá que esperar a otra ocasión)
Media cebolla
Un diente de ajo
Un trozo de puerro
Una hoja de laurel
Pimienta en grano
Pimentón dulce
Vino blanco
Una cucharada de harina
Aceite
Elaboración:
Partimos la tortilla en cuartos y la colocamos en el fondo de una cacerola. Lo de partir de la tortilla no es imprescindible pero sí recomendable, porque así quedará mejor impregnada con la salsilla. En la cacerola echamos también una hoja de laurel y unos granos de pimienta.
Cortamos la cebolla, el ajo y el puerro en trocitos y los pochamos en una sartén. Cuando estén listos añadimos una cucharada de harina, un poco de pimentón dulce y el vino blanco y movemos para que se ligue la salsa.
Una vez esté lista la salsa la echamos por encima de la tortilla. La ponemos a fuego medio y dejamos que cueza unos 10 minutos para que se fundan los sabores. Exquisita, ya lo veréis.
Entre las medidas de ahorro que la Junta ha puesto en práctica para disminuir el galopante déficit que tiene, está la de cerrar sus oficinas a las 5 de la tarde. No me voy a extender sobre si la medida es eficaz o no, pero en lo que a mí respecta su aplicación no me ha resultado demasiado satisfactoria. El problema es que, las dos tardes por semana que tengo que venir a trabajar, debería comer en una hora, en vez de las dos que tenía antes. Como en una hora no me da tiempo a ir a casa, comer y volver a la oficina, me toca traerme la comida.
Este miércoles me he traído marmitako para comer. El marmitako es un plato típico de los pescadores vascos y se suele elaborar con atún o bonito, pero se puede preparar con otros pescados. Yo lo he probado también con salmón. Dorami y yo lo estamos comiendo bastante últimamente porque hemos descubierto en Mercadona un atún congelado que sale bastante bueno.
Ingredientes:
Una rodaja de atún
Una cebolla (o media, si es muy gorda)
Un pimiento verde (italiano, de los de freír)
Uno o dos dientes de ajo (nosotros, que nos gusta mucho el ajo, le echamos dos)
Dos tomates gordos
Un pimiento choricero
Un par de patatas
Caldo de pescado o agua
Aceite, sal y pimienta
Elaboración:
Cortamos la cebolla, el pimiento y el ajo en trocitos y lo rehogamos en un poco de aceite. Cuando la cebolla empiece a dorarse echamos el tomate picado (yo lo suelo rallar con el rallador). Cuando veamos que está ya hecho añadimos la patata y el pimiento choricero y lo revolvemos con el refrito.
Podéis encontrar en los supermercados pimientos choriceros secos y también tarritos con carne de pimiento choricero. Los pimientos secos tenéis que hidratarlos en agua, preferiblemente templada, durante varias horas. Los tarros son más cómodos pero se conservan peor. Si os decantáis por el pimiento seco, podéis echarlo en trozos (una vez hidratado, claro) o sacarle la carne con una cucharilla y añadir solo esta parte al guiso.
Echad las patatas triscadas. Lo de triscadas quiere decir que al cortar en pedazos la patata, no cortéis completamente el trozo, romped la parte final. De esta forma la superficie de la patata queda en parte irregular y suelta más fécula, que engorda el caldo.
Echamos el caldo de forma que tape un poco la patata y añadimos sal y pimienta. Dejamos cocer hasta que a la patata le queden unos 10 minutos para que esté bien cocida y, entonces, añadimos el pescado cortado en tacos. Lo dejamos cocer un poco más, los 10 minutos que comentaba antes, y ya está. Un estupendo guiso marinero. Buen provecho.
Este miércoles preparé para comer cuscús con pollo y verduras. Es un plato fácil y rápido de hacer, que llena bastante pero, al mismo tiempo, tiene poca grasa.
El cuscús (o cous cous) es un plato de la cocina norteafricana hecho a base de sémola de trigo. Se prepara tradicionalmente en una cuscusera, que es un utensilio similar a una vaporera, con un colador sobre la cazuela. En la parte de abajo se prepara una especie de estofado y en la de arriba el cuscús, que será su guarnición. De esta forma el cuscús queda impregnado con los aromas que suben de la parte inferior. Como nosotros no tenemos ni cuscusera ni vaporera lo preparamos de esta otra forma, muy poco ortodoxa, pero que da un resultado que a nosotros nos gusta.
Este plato lleva curry en polvo. El curry es una mezcla de especias típica de la cocina india. Su composición no es fija, sino que cada cocinero suele tener sus propias recetas. De todas formas aquí, en España, lo podéis encontrar ya preparado en la sección de especias de cualquier supermercado. El curry se lleva muy bien con el pollo. Esta afinidad también la explotamos cuando hacemos pollo al curry y pollo con arroz al curry, dos platos que, en algún momento, tienen que aparecer por este blog.
Ingredientes (para 2 personas):
200 gr de pechuga de pollo
Un vaso de cuscús
Un vaso y medio de caldo de verduras o agua (varía la cantidad dependiendo de la marca del cuscús, esta es la cantidad que yo uso con el de Gallo).
Un trozo de cebolla
Un trozo de pimiento verde
Un trozo de pimiento rojo
Un diente de ajo
Una zanahoria
Un trozo de calabacín
Un puñado de pasas
Un puñado de piñones
Curry en polvo
Aceite y sal
Elaboración:
Se corta el pollo en trozos pequeños, que se puedan llevar a la boca con un tenedor. La verdura se pica también fina. Yo le echo siempre cebolla, pimiento verde, ajo y zanahoria. En cuanto al resto, improviso con lo que tengo en el frigorífico: a veces no le añado más verduras, otras le echo además berenjena, otras champiñones… En una cazuela o una sartén honda calentamos aceite y freímos las verduras. En un cacillo aparte calentamos el caldo. Cuando la cebolla empiece a dorarse echamos el pollo. Una vez que el pollo esté hecho añadimos las pasas, los piñones y el cuscús. Revolvemos con las verduras y el pollo, le añadimos el curry y la sal y volvemos a revolver. Entonces echamos el caldo muy caliente y retiramos la sartén del fuego. Dejamos reposar 5 minutos removiendo de vez en cuando para que todo el cuscús entre en contacto con el agua. Mientras reposa podemos probarlo y rectificarlo de curry y sal.
Y ya tenemos un plato que combina un alimento típico árabe con el condimento santo y seña de la cocina hindú. Nosotros solemos acompañarlo con un buen vaso de vino español, consiguiendo un menú tipo Alianza de Civilizaciones… Podríamos pedirle una subvención a Zapatero...
La primera receta que vamos a colgar en “La culpa fue de Yasmina” será una rescatada de nuestro antiguo blog, “Gatos en Carnaval”: Truchas a la riojana.
Ingredientes:
Truchas
Harina (hay una harina especial para rebozar pescado que es con la que mejor quedan)
Taquitos de jamón
Alcaparras (a Dorami le gusta más con pepinillos agridulces cortados en cuadraditos en vez de las alcaparras)
Pimiento colorado (yo los suelo usar de lata)
Aceite
Elaboración:
Decidle al pescadero que os limpie las truchas y os saque los dos lomos. Los rebozáis en harina y los freís ligeramente (si vais a comeros el plato inmediatamente después de hacerlo las podéis pasar un poco más). En ese mismo aceite freís también los taquitos de jamón. Una vez que estén hechos los apartáis y volvéis a echar las truchas en la sartén. Sobre ellas colocáis el jamón, las alcaparras y los pimientos cortados en tiras. Le podéis echar el liquidillo que queda en la lata de los pimientos o un poco de agua. Dejáis que haga “chup-chup” durante unos cinco minutos, aproximadamente y… “voila!”: truchas a la riojana.
Este es un plato fácil y rápido, además se puede preparar algunos días antes y calentarlo cuando se vaya a comer. Podéis hacerlo también con otros peces muertos. A mí me gusta con trucha porque el jamón, las alcaparras y el pimiento le dan otro aire a un pescado que es más bien sosaino.